Revisa tu forma de trabajar: no es cuánto haces, sino desde dónde

18 Sep 2025

Trabajar con más conciencia: revisar lo que haces y cómo lo sostienes

Muchos profesionales se exigen más de lo que pueden sostener. Asumen tareas adicionales, responden fuera de horario, y aunque saben que algo no va bien, no saben cómo frenar.

A veces, esta presión viene del entorno: plazos urgentes, equipos tensos, cultura de hiperdisponibilidad. Pero otras muchas veces, nadie lo está pidiendo directamente. Simplemente se hace así. Porque así se ha hecho siempre. Y ese automatismo, con el tiempo, tiene un coste alto.

El precio de sostener sin revisar

Trabajar desde un lugar de exigencia constante puede parecer funcional al inicio. Pero a largo plazo genera:

Pérdida de motivación

Cansancio acumulado

Sensación de no llegar nunca

Dificultad para desconectar

Baja tolerancia al error

Bloqueo creativo o emocional

Y lo más importante: puede desconectarte de ti misma y de las razones por las que elegiste esa profesión.

Detrás del hacer automático, creencias que no se cuestionan

A menudo hay frases que actúan en silencio y guían nuestro hacer diario sin que lo notemos:

  • “Tengo que estar disponible”

  • “No puedo decir que no”

  • “Si no lo hago perfecto, no vale”

  • “Si no lo hago yo, no se hará bien”

Estas creencias son aprendidas. Se pueden revisar. Y también se pueden transformar.

Una práctica sencilla para tomar conciencia

Hoy te propongo un ejercicio práctico.
Toma una hoja y dibuja dos columnas.

  • En la primera, anota de forma resumida las tareas que realizaste durante tu jornada.

  • En la segunda, responde con honestidad:
    ¿Desde dónde lo hiciste?
    ¿Desde el compromiso o desde el miedo?
    ¿Desde la motivación o desde la exigencia?

No se trata de hacerlo perfecto. Se trata de observar.
Porque lo que se mira con conciencia, se puede transformar.

Y quizá, al hacer este ejercicio, descubras que hay una conversación pendiente.
Una petición que necesitas hacer.
O un pequeño ajuste que marque una gran diferencia en tu equilibrio.

Productividad y presencia: no están reñidas

Parar no te hace menos profesional.
Revisar no te hace débil.
Lo que sí agota —y mina la productividad real— es trabajar desde la culpa, la urgencia o el miedo a no estar a la altura.

El bienestar profesional no se trata de hacer más o menos.
Se trata de hacer con sentido, con presencia y con conciencia.
Y para eso, es necesario frenar de vez en cuando y preguntarse:
¿Desde dónde estoy haciendo lo que hago?