
14 Ago 2025
El miedo a equivocarse es una de las emociones más comunes que acompaña a las personas en procesos de cambio, decisiones importantes o incluso en su día a día. Puede aparecer en el trabajo, en las relaciones personales, en nuevos proyectos… o simplemente, frente a una hoja en blanco.
Este miedo muchas veces no se expresa directamente, pero se manifiesta en forma de bloqueo, procrastinación, autoexigencia o necesidad de tener todo “perfecto” antes de actuar.
¿Por qué nos da tanto miedo equivocarnos?
Desde muy temprano en la vida aprendemos que equivocarse está mal. El error se penaliza, se corrige y se esconde, incluso. Por eso, cuando nos enfrentamos a algo nuevo o incierto, aparece una voz interna que nos dice: “mejor no lo hagas si no estás segura”, “¿y si sale mal?”, “no estás preparada”.
Y ese diálogo interno nos frena. Nos impide experimentar, aprender y avanzar.
El miedo a equivocarse en el entorno laboral
En el ámbito profesional, este miedo puede ser especialmente limitante. Cambios de equipo, nuevas responsabilidades, presentaciones, liderar un proyecto… todo lo que implica salir de la zona de confort puede despertar inseguridades.
Cuando el miedo a equivocarse toma el control, las personas se bloquean, no proponen ideas, no delegan, no toman decisiones. Y eso afecta tanto al bienestar individual como al funcionamiento del equipo.
El arte es una herramienta muy poderosa para transformar el miedo
Cuando una persona se sienta frente a una hoja en blanco y empieza a pintar, se activan las mismas dinámicas internas que en su vida diaria: duda, juicio, perfeccionismo, miedo a no saber cómo hacerlo.
Pero en un espacio cuidado y sin exigencia estética, se permite explorar. Y en ese proceso, se revelan aprendizajes muy valiosos:
-
Que no se puede avanzar sin empezar.
-
Que el error no es un enemigo, sino parte del camino.
-
Que se puede corregir, adaptar, probar… y seguir.
-
Que muchas veces el bloqueo viene más del juicio interno que de la dificultad real.
Lo que aprendemos pintando, lo aplicamos viviendo
En los talleres y sesiones individuales, veo una y otra vez cómo las personas se sorprenden al comprobar que sí pueden.
Pueden pintar con la mano no dominante.
Pueden usar colores que nunca habrían elegido.
Pueden equivocarse… y transformar eso en una nueva idea.
Y poco a poco, esa confianza se traslada fuera del papel.
No es la falta de tiempo, o de recursos, es el miedo a equivocarte
Muchas veces pensamos que no avanzamos porque no tenemos tiempo, recursos o claridad.
Pero si miramos más profundo, descubrimos que lo que realmente nos frena es el miedo a fallar.
Por eso te invito a mirar el error con otros ojos. No como un obstáculo, sino como un puente.
Y si quieres vivirlo en primera persona, te acompaño en ese proceso. A través del arte, podemos abrir un espacio donde el miedo deje de tener tanto peso y tú puedas recuperar tu libertad para crear, decidir y avanzar.